Terapia Cráneosacral
La terapia craneosacral (TCS) tiene como objetivo mantener en “buen estado” el medio que recubre el Sistema Nervioso Central (SNC) para que pueda realizar su función correctamente. Es una terapia nada invasiva que requiere de la habilidad del terapeuta para escuchar, sentir y percibir el movimiento interno de las mareas del cuerpo, la respiración primaria y todas aquellas tensiones fasciales que se derivan de bloqueos en órganos, vasos, nervios, etc.
A través de esta escucha, la terapeuta percibe dónde está la tensión y el mismo cuerpo le indica cómo proceder. No se practican movilizaciones ni presiones abruptas ni incisivas, más bien las manos trabajan con un movimiento muy suave, casi imperceptible, gracias al cual el cuerpo se va soltando y el mismo se libera de sus propios bloqueos gracias al acompañamiento consciente del tacto de la terapeuta.
Este tratamiento se focaliza en el área craneal, la columna vertebral y los tres diafragmas del cuerpo. El foco, sin embargo, está en la percepción de ese movimiento interno a través de las fascias que conectan el sistema cráneo-sacral.
Indicado en casos de fatiga y estrés, migrañas, dolor de cabeza, bruxismo, alteraciones ATM, tensión ocular, dolores crónicos de cuello y espalda, disfunciones congénitas, trastornos de la conducta, incoordinación motora, estrés postraumático y emocional, lesiones del sistema nervioso central y medulares, etc.